Cuando pensamos en renovar el suelo de las terrazas exteriores debemos tener en cuenta diferentes factores. A diferencia de los pavimentos para dentro de casa, las terrazas están expuestas al desgaste de los rayos de sol, la humedad y otros fenómenos atmosféricos.
También juegan un papel importante en la ecuación variables como si hay vegetación (ya que las hojas o frutos caídos pueden afectar a la superficie) o si existe presencia de piscina.
Por todo ello, en este artículo recopilamos algunas de las opciones más populares y sus características.
Pros y contras de cada tipo de suelo para terrazas exteriores
Una de las alternativas que más se coloca es el gres porcelánico. Se considera un material de gran calidad sin tener que pagar precios desorbitados. Es apto tanto para azoteas como patios a pie de calle o balcones. Presenta una alta resistencia al tiempo que requiere de poco mantenimiento. En función de la clase, puedes elegir propiedades adicionales como antideslizamiento, resistencia al hielo, etc.
Otra opción que viene pisando fuerte es el microcemento o cemento pulido ya que es impermeable y aporta un estilo moderno e industrial.
En cambio, si eres más clásico y te gusta optar por materiales atemporales, la piedra es tu mejor aliado. Lo único que hay que tener en cuenta es que el precio por metro cuadrado suele incrementar con respecto a los dos materiales anteriores. Pero es muy resistente, sofisticado y elegante.
Y si el suelo va a recibir mucho trote, por la presencia de niños o maquinaria móvil, el suelo cerámico siempre es una elección acertada. Ofrece infinidad de diseños, tamaños de loseta (lo que la hace especialmente indicada en espacios pequeños) y está al alcance de todos los bolsillos.
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