Cuando un parking empieza a mostrar desgaste en suelos y paredes, ya no solo es una cuestión de estética, sino que compromete seriamente a la seguridad y circulación de los usuarios. Suelo levantado, marcas viales desdibujadas, humedades y deterioros en los sistemas de acceso son señales inequívocas de que es necesario realizar una rehabilitación de parkings.

La seguridad viene de la mano de una buena rehabilitación de parkings

Hay que tener en cuenta que un parking es un espacio donde conviven vehículos, peatones y maniobras constantes, por lo que cualquier desperfecto puede derivar en un problema real.

Cuando el pavimento presenta agujeros, grietas o zonas levantadas, aumenta el riesgo de que los coches sufran daños en los bajos, reventones de neumáticos o golpes al maniobrar. Y para los usuarios a pie, estos desniveles pueden provocar tropezones, caídas o resbalones, especialmente en zonas húmedas o manchadas por otros elementos como el aceite del coche.

A esto se suma que una señalización desdibujada o inexistente genera confusión en la circulación interna, frenazos inesperados, sentido de las vías poco claro y mala organización de los accesos. Las paredes y columnas sin protección también incrementan la probabilidad de impactos y roces, muy habituales en espacios estrechos.

La rehabilitación de parkings significa devolverle su funcionalidad, seguridad y durabilidad, garantizando que cada superficie cumple su papel: un pavimento estable, una pintura resistente y una señalización clara que ordena el tráfico y reduce riesgos. Además, una zona bien mantenida mejora la percepción de todo el edificio, sea un negocio, una comunidad o un parking privado.

Cómo trabajamos en las reformas de aparcamientos

Antes de tocar una brocha, analizamos humedades, estado del pavimento, desgaste estructural y problemas de adherencia. Esto nos permite elegir los productos adecuados y planificar un proceso eficiente.

Aquí es donde una verdadera empresa profesional destaca por encima de las demás.

Limpiamos paredes y techos, retiramos restos de pintura dañada, saneamos desconchones y tratamos el pavimento para asegurar una adherencia óptima. Un error en esta fase provoca que la pintura se levante en cuestión de meses… y es uno de los fallos más comunes cuando no intervienen especialistas.

Aplicamos pintura específica para cada superficie, poniendo especial atención a los pavimentos al ser una zona de alta circulación. Tienen que tener acabados resistentes al desgaste, y lo que recomendamos siempre son suelos epoxis.

Después trazamos todas las indicaciones que comprenden: pasillos, flechas, plazas, pasos de peatones y señalización vial completa, asegurando un flujo ordenado y seguro.

Colocamos espumas técnicas, bolardos, cartelería, espejos y elementos informativos para evitar golpes y mejorar la visualización en zonas de riesgo.

Sabemos que un aparcamiento es un espacio de uso continuo, por eso organizamos la rehabilitación del parking por fases de trabajo. Esto nos permite minimizar interrupciones, entregando un espacio limpio y seguro a los usuarios sin privarles de su uso durante un largo periodo.

Tenemos la capacidad de reformar cualquier tipo de estacionamientos: centros comerciales, parkings de naves industriales en el exterior, comunitarios o el garaje de una vivienda unifamiliar. Si necesitas rehabilitar estos espacios, contacta con Varmany. Te asesoramos sin compromiso sobre las actuaciones a realizar y mejoramos la tanto la seguridad como la estética de cualquier espacio.

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