Una de las últimas incorporaciones en nuestro sector es la pintura ecológica. Tanto las industrias como los particulares se preocupan cada vez más por renovar su hogar sin generar un impacto negativo a nivel ecológico. Y es en este marco de circunstancias que este tipo de pintura se consolida como el modelo de futuro. Conócela mejor en las siguientes líneas.
Ventajas de la pintura ecológica vs la pintura tradicional
A menudo escuchamos comentarios acerca de que la pintura ecológica no dura tanto como las pinturas convencionales. ¡Nada más lejos de la realidad! Tanto la cobertura como su resistencia al desgaste ofrecen resultados excelentes.
Pero la calidad no solo se limita al acabado final. También tiene que ver con los aspectos vinculados a la salud. Y en este sentido, las pinturas convencionales suelen contener compuestos orgánicos volátiles (COV) que pueden liberar sustancias tóxicas en el aire y afectar negativamente la calidad del aire interior.
En cambio, la pintura ecológica tiene una formulación natural, es decir, sus ingredientes son naturales. Por ese motivo, los COV se ven drásticamente reducidos y el ambiente es más seguro y salubre tanto para los pintores como para quienes se mueven en los espacios pintados.
Y, por encima de todo, como su nombre indica, la pintura ecológica es la mejor opción para cuidar de nuestro planeta. El motivo es sencillo: los ingredientes que la componen no son tóxicos y son biodegradables, así que pueden reabsorberse por el entorno con rapidez. Como consecuencia, la huella de carbono es muy baja con respecto a las pinturas tradicionales.
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